Legisladores de Morena cerraron filas con Pemex tras la denuncia pública que hizo sobre el caso de la familia Casar, misma que ahora investiga  el INAI.

Los senadores César Cravioto y José Narro Céspedes, coincidieron en que no se trata de datos personales los que se expusieron el pasado viernes en Palacio Nacional, sino dinero público, por lo que consideraron como «deplorable» la acción del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).

Desde Palacio Nacional, Octavio Romero acusó a la presidenta de la ONG Mexicanos Contra la Corrupción, María Amparo Casar, de intentar manipular en la fiscalía el expediente sobre el fallecimiento de su esposo, quien en 2004 cayó del piso 14 de la torre de Pemex cuando se desempeñaba como coordinador de asesores. Además, en el sitio web de la petrolera se publicó el expediente.

A partir de este hecho, el instituto abrió una carpeta de investigación sobre la difusión de estos datos para determinar si se trató de una violación a la ley, al considerar que se difundieron datos personales.

«Si se hubiera dado a conocer el cobro de un seguro privado, el INAI tendría razón, pero estamos hablando de un fraude a la principal empresa del país, cuyos recursos son del pueblo», defendió Cravioto en una entrevista a medios.

Los legisladores también señalaron que este caso «exhibe de forma clara los excesos que se cometieron en Pemex, donde todo era una robadera de dinero, para mostrarla como empresa improductiva y después privatizarla».

Los morenistas consideraron también que «debido a la lucha del gobierno por rescatar a Pemex» la académica «ataca constantemente» al gobierno del presidente Lopez Obrador, a través de su organización.

En medio de la pelea interna por la dirigencia de Redes Sociales Progresistas (RSP), la llama de la exlideresa magisterial se apaga y la propia Elba Esther Gordillo lo reconoce en sus reuniones con viejos amigos y nostálgicos del SNTE, como pudo saber esta redacción.

Juan Iván Peña Neder, fundador de las Redes Sociales Progresistas, disputa desde 2019 el liderazgo de la organización que busca su registro nacional a Fernando González Sánchez, yerno de Elba Esther. Y en estas semanas la tensión ha sacado chispas entre ambos.

Mientras Gordillo Morales se dice decepcionada de la 4T y de su candidata presidencial Claudia Sheinbaum reconoce que sin la intervención de la actual administración no habría dejado la cárcel, e incluso le cumplió la promesa de descongelar sus cuentas y regresarle sus bienes.

Tampoco obtuvo mucho de su buena relación con el excanciller Marcelo Ebrard y su abierta promoción a la candidatura presidencial de Morena, en la interna cuatroteista. Ebrard Casaubón no ha podido siquiera acercar a Elba Esther a Sheinbaum Pardo, quien es de todos conocido desprecia a la antigua representante del charrismo sindical y su estilo de hacer política.

Además, en el plano de la lucha magisterial, no hubo manera de que Gordillo desplazara a Alfonso Cepeda Salas y su grupo, enquistados en lo que queda del partido Nueva Alianza. Y en cambio, el gordillismo entre los maestros del SNTE fue haciéndose tan chiquito como las apariciones públicas de su lideresa, antes con derecho de picaporte en Los Pinos.

A través del espacio reducido que significa la organización Redes Sociales Progresistas, Gordillo busca no quedar totalmente fuera de la jugada, a pesar de la humilde posición de RSP en la correlación de fuerzas nacionales. Incluso el propio Fernando González hace un balance de quedarse a pelear por la dirigencia o mejor ir al extranjero a concluir una maestría.

Si alguna vez lo hubo, el lugar de Elba Esther en la 4T ya fue ocupado por el SNTE y la CNTE con ayuda de Esteban Moctezuma y Delfina Gómez, y no se ve que se abra uno nuevo para la exlideresa magisterial y su grupo llamado ahora Movimiento Nacional Progresista.

Al interior del PRI vuelven a aparecer comentarios y puntos de vista en dirección a una disolución de la alianza electoral con el PAN. En dirigencias estatales y campañas a lo largo del territorio nacional reaparece la idea de que el partido tiene que formatearse como un espacio de centro izquierda democrática y desde allí confrontar con Morena.

Quienes impulsan esta tesis, lejanos a la conducción de Alejandro Moreno Cárdenas, alegan que la sociedad con el PAN no funciona en términos electorales cuando se trata de cargos ejecutivos. Según esta teoría, con la alianza, el albiazul obtiene gobernadores, pero el PRI se mantiene en la fase testimonial del Senado y la Cámara de Diputados.

Moreno Cárdenas de momento defiende la permanencia en la alianza e insiste en que el Frente lleva la delantera en elecciones como la de Veracruz, Morelos y, ahora también, Puebla. Así lo mencionó tras el debate del domingo.

También entiende que quienes buscan desarmar el frente son aquellos que en realidad quieren ganar terreno en sus proyectos personales pero que no asimilan todo el panorama opositor.

Alito está convencido de la polarización con Morena debe ser el sendero a seguir y que cada vez existe una mayor simbiosis entre el voto del PAN y el del PRI, que la alianza todavía puede crecer más y que su condición electoral es inseparable de la contención legislativa del morenismo. «El Frente tiene que seguir aún si Xóchitl gana las elecciones», desliza el campechano.

Con esta convicción todas las miradas del CEN tricolor se vuelcan sobre la elección de Veracruz, donde prima la idea de que José Yunes puede vencer a Nahle. Alito entiende que si Yunes gana la narrativa anti Frente se apaga de inmediato al interior del PRI.